EL SILENCIO INTERIOR

En ocasiones, guardar silencio es la mejor manera de sanar una herida interior. Sus bondades te ayudarán a sanar cualquier dolor.

Todos, alguna vez, nos hemos sentido abatidos, tristes o agobiados.

En el devenir de la vida vivimos diferentes circunstancias y experiencias.

Una separación, una pérdida, problemas económicos o de salud, pueden eventualmente alterar nuestro interior y con ello se altera también toda nuestra energía.

La sociedad actual, más que nunca, está sumida en un alto grado de miedo, estrés y ansiedad que está provocando mucha desconfianza e incertidumbre generando procesos de depresión que afectan, incluso, a niños de temprana edad.

Algunas personas caen, cada vez con más frecuencia, en el error de ir contándoles a los demás sus penas, entrando de forma inconsciente en el victimismo y siendo arrastrados por las emociones y los pensamientos de forma descontrolada.

Esto es un gran error ya que con esta actitud no evitaremos que cambie la situación o experiencia vivida, y tampoco conseguiremos superarlo o sentirnos bien. Lo único que lograremos es recrear una y otra vez aquello que nos lastima, entrando en un bucle o espiral del que nos resultara difícil salir y donde, además, de forma inconsciente, haremos participes a los demás sumando más energía negativa a nuestra vida.

Por ejemplo, supongamos que terminó tu relación de pareja y que han trascurrido ya unos meses. Conduces tu vehículo de vuelta a casa después del trabajo escuchando la radio. De pronto empieza a sonar esa canción especial que te identificaba con tu ser amado. Esa pieza musical que bailasteis el día de la boda o que escuchasteis juntos en aquel bello viaje a la playa. Casi de forma automática, tu emotividad volverá a sentirse alterada. Es probable que empieces a llorar o que experimentes un fuerte dolor interior por el recuerdo de la relación que concluyó, o simplemente que todo eso te lleve a recrear el dolor de la ruptura.

El ser humano es experto en hacer una mala gestión de las emociones ya que las recrea y las revive mentalmente, una y otra vez, fuera del lugar y del tiempo adecuado.

Si es un proceso emocional, no existe una fórmula mágica para que el dolor desaparezca. Pero recurriendo a las maravillosas bondades que tiene el Silencio Interior te puedes permitir reevaluar la situación, entender lo que sucedió, acomodar tu emotividad y superar el dolor.

Por ello es tan importante que entendamos que una de las soluciones mas poderosas que tenemos ante el dolor del devenir de las experiencias del mundo es el silencio interior.

Cuando nos sentimos mal y lo vemos todo negro, el silencio interior es la respuesta más armoniosa.

Si aprendemos a entrar en el silencio interno desarrollaremos, entre otras cosas, una mayor capacidad de estar atentas y escuchar las señales del universo. Además será más fácil sobrellevar los momentos difíciles y recuperar nuestra luz interna.
A veces olvidamos que nuestra existencia está rodeada de señales divinas. Las ignoramos o no las vemos porque hemos perdido la facultad de verlas, aun cuando se presentan con claridad frente a nosotros.

Y es frecuente que, para poder ver esas señales o entenderlas, debemos guardar silencio, física, mental y emocionalmente. Abrir nuestra consciencia hacia la energía pura que nos abraza y dejar entrar en nuestro corazón la paz que nos regala.

Contrariamente a lo que pensamos, no es necesario alejarse de la gente para estar en silencio. Tu vida cotidiana y tus actividades no necesariamente deben verse alteradas cuando una pena te agobia. De hecho, sólo se trata de dejar de invertir tiempo en pensar o recordar aquello que causa tu dolor. Mantener el silencio interior será suficiente.

Estar a dieta de pensamientos inútiles es la solución a la mayoría de experiencias que nos causan dolor.

Recuerda: los pensamientos inútiles son aquellos que tienen que ver con el pasado o el futuro, y son inútiles porque por más que lo pienses una y otra vez, ya no cambiaras nada del pasado, ni podrás controlar nada del futuro, que es totalmente incierto y que solo te generara ansiedad recrearte en ello.

En definitiva, lo más sensato si quieres lograr sentirte bien y en equilibrio interior es permanecer en el presente, en un estado de atención plena al instante presente. Tal vez no es una tarea sencilla pero con la práctica lograras mantenerte a salvo de todo sufrimiento innecesario.

Acallar la mente y guardar silencio interior puede ser complicado y difícil de lograr. Se necesita práctica y paciencia para aprender a ignorar los distintos estados anímicos, ambientales y sociales que no nos permiten estar en silencio interior.

El  yoga, la meditación o el ejercicio, son magníficos escenarios para aprender a guardar silencio y escuchar los mensajes de luz que la vida pone frente a ti todos los días.

Recuerda que tu cuerpo es el hogar de tu mente y de tus emociones. Dedicarle tiempo a actividades que involucran el bienestar de tu organismo como el yoga, el ejercicio o la meditación a base de respiraciones, fomentará tu salud física y, por lo tanto, te facilitará la concentración mental que necesitas para ejercer el silencio interior.

Los expertos recomiendan las caminatas largas. Son excelentes para despejar la mente. O ver lugares diferentes. Independientemente del propio beneficio del ejercicio, salir a caminar puede ser una buena idea si pretendes estar en silencio y aprender a escuchar la voz del universo que se expresara de mil formas distintas.

Si prefieres meditar, busca un lugar tranquilo,  ventilado y bien iluminado. Probablemente no logres de inmediato entrar en el silencio interior, pero con la práctica conseguirás apaciguar tu mente y tus emociones.

Cuando consigas ese estado de paz y silencio interior, procura alargar el momento tanto como puedas. Con la práctica, serán cada vez más frecuentes y duraderos esos momentos. Y con el correr de los días, el dolor, la tristeza o la preocupación que sientes, irá disminuyendo, liberándose y transformándose en paz y bienestar interior.

Muchas filosofías ancestrales, han practicado el silencio,  para potenciar la búsqueda de la verdad universal y el reencuentro con la luz propia.

El silencio interior tiene un valor trascendental y es por ello que su práctica es tan recomendable. Sus bondades van desde el simple confort emocional, hasta el descubrimiento de quiénes somos y de nuestro propósito de estar aquí en la tierra.

Aquellos momentos que logres estar en silencio, dedícalos a abrazar y confortar tu esencia divina.

Amarte a ti mismo es un acto de reconocimiento a tu origen divino.

Necesitas amarte en  plenitud, entrar en estados consolidados de silencio interior, te brindará la capacidad de reconocer que tu luz de origen y tu energía son perfectas y que las heridas emocionales o las experiencias del mundo no han de enturbiar esa paz y luz de tu interior.

El agradecimiento que experimentarás tras una meditación o caminata de silencio interno, será un factor fundamental para tu proceso de equilibrio y bienestar.

Date permiso de soltar todo aquello que te pesa sobre los hombros.

Reconoce la superioridad de la voz del universo y préstale tu atención. Ningún mensaje de energía pura podrá entrar en tu vida mientras te encuentres experimentando una pena. A veces creemos que algunas heridas nos rebasan y que son imposibles de superar. Pero si guardas silencio y escuchas todas las respuestas y señales, estarán ahí para ti, mostrándote nuevos caminos.

La madre tierra es el escenario perfecto para escuchar los mensajes divinos que la energía más pura te ofrece a diario.

Abrazar un árbol o rodearse de naturaleza es formidable para aprender a guardar silencio interior. Las vibraciones energéticas del cosmos están presentes en todas las manifestaciones físicas de naturaleza. La lluvia, el calor de los rayos del sol, la luz de las estrellas. El aroma y colores de las flores en tu jardín, pueden ser precursores de un estado de silencio interior.

Encuentra en la naturaleza tu conexión con la espiritualidad y guarda silencio.

El silencio ha sido entendido por muchas generaciones como una bendición. Nos permite sanar internamente y reconforta el alma.   

Practica a diario el silencio interior y sus bondades cambiarán tu vida.

 Om shanti .

Namaste.

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